Islas Galápagos |
CAPÍTULO 8 (i)
TIPOS DE VOLCANES
Volcanes en escudo,
o de Tipo Hawaiiano
Estos son volcanes con forma de cono, generalmente basálticos, aunque también suelen formarse de andesita, como el caso del volcán en cuya caldera se encuentra el lago Medicina en California (U.S.A.) Estos volcanes se forman por la coalescencia y superposición de coladas de lava. Lava que en un primer estadio suele surgir desde un conducto central. En estadios posteriores, es frecuente que la lava surja también por otras fisuras que se suelen abrir en los flancos del cono.
En estos volcanes, la lava es casi exclusivamente basáltica, poco viscosa, con muy pocos materiales piroclásticos, o sin ellos. Por tal razón los flancos del volcán tienen suave pendiente. Es común que la cima de estos volcanes presente un cráter, que es la abertura por la cual surgió la lava (figura 8-49).
También es frecuente que en la cima de un volcán exista una caldera, la cual es una depresión mayor que los cráteres habituales y se puede formar por dos mecanismos diferentes:
1) Colapso de parte del cuerpo volcánico, una vez que la erupción vació la cámara magmática; a estas se las llama calderas de tipo Kilauea, con diámetros que raramente exceden los 5 km. Estas son características de los volcanes de islas intraoceánicas (ver figura 8-49).
En estos volcanes, la lava es casi exclusivamente basáltica, poco viscosa, con muy pocos materiales piroclásticos, o sin ellos. Por tal razón los flancos del volcán tienen suave pendiente. Es común que la cima de estos volcanes presente un cráter, que es la abertura por la cual surgió la lava (figura 8-49).
También es frecuente que en la cima de un volcán exista una caldera, la cual es una depresión mayor que los cráteres habituales y se puede formar por dos mecanismos diferentes:
1) Colapso de parte del cuerpo volcánico, una vez que la erupción vació la cámara magmática; a estas se las llama calderas de tipo Kilauea, con diámetros que raramente exceden los 5 km. Estas son características de los volcanes de islas intraoceánicas (ver figura 8-49).
2) Explosión violenta de volcanes ácidos o mesosilícicos. A estas se las llama calderas de tipo Krakatoa y sus diámetros pueden superar los 15 Km. Estas son típicas del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, siendo normales, por ejemplo, en las varias veces mencionadas islas Kuriles (figura 8-44).
Dentro de los volcanes en escudo son característicos los de Hawai, llamados Mauna Loa, Kilauea (figura 8-50), Mauna Kea, Hualalai y Kohala (Figuras 8-51 y 8-52). Las pendientes de sus laderas son muy suaves, con 5º a 8º de inclinación. De todos modos, pueden considerarse de los más grandes que existen sobre el planeta. Imaginemos que el Mauna Loa tiene unos 4.166 metros de altura sobre el nivel del mar. A su vez está apoyado sobre el fondo oceánico a unos 4.600 metros de profundidad. Por lo tanto la altura real de ese volcán es de unos 8,766 Km.
Dentro de los volcanes en escudo son característicos los de Hawai, llamados Mauna Loa, Kilauea (figura 8-50), Mauna Kea, Hualalai y Kohala (Figuras 8-51 y 8-52). Las pendientes de sus laderas son muy suaves, con 5º a 8º de inclinación. De todos modos, pueden considerarse de los más grandes que existen sobre el planeta. Imaginemos que el Mauna Loa tiene unos 4.166 metros de altura sobre el nivel del mar. A su vez está apoyado sobre el fondo oceánico a unos 4.600 metros de profundidad. Por lo tanto la altura real de ese volcán es de unos 8,766 Km.
En la cima del Mauna Loa existe una caldera de poco más de 3 Km. de diámetro, en cuyo interior hay un cráter relativamente pequeño, que siempre tiene algo de lava fundida y a alrededor de 1.200º centígrados. Esta lava suele desbordar cada tanto cubriendo el fondo de la caldera. En algunas ocasiones ha desbordado la caldera y ha generado flujos de lava de varias decenas de Km. de longitud. Esta lava suele fluir a gran velocidad, del orden de 4 a 5(1) metros por segundo, alcanzando hasta 8 m/s en pendientes importantes.
En la ladera SE del Mauna Loa y a 32 km. de distancia desde su cima (de paso apreciemos el diámetro de este escudo volcánico), se encuentra el Kilahuea. Este tiene una caldera menor que el anterior, aunque en su interior también hay un cráter con lava fundida denominado Halemaumau. La lava dentro del Halemaumau está en continuo cambio. A veces desbordando, a veces retirándose profundamente dentro del conducto; a veces con su superficie explotando en azufre e hidrógeno incendiados.
En tiempos históricos, el Mauna Loa tuvo efusiones a través de fisuras desarrolladas en sus laderas. En ese sentido es característica una serie de fisuras de rumbo Sudoeste a Noreste, que divide a la isla en dos porciones. En 1.855 fue enorme la cantidad de lava que fluyó desde esas fisuras y da la pauta de la dinámica que tiene el crecimiento de este tipo de escudos volcánicos.
Es frecuente que sobre las laderas de los volcanes en escudo, aparezcan algunos conos volcánicos menores denominados conos o volcanes parásitos. Estos generalmente están formados por la erupción de material piroclástico a través de fisuras menores, aunque también pueden estar formados por lava (ver figuras 8-37 y 8-38). En algunos casos como el volcán Newberry, en Oregón (U.S.A.), aparecen hasta 150 conos parásitos.
Cuando los procesos exógenos erosionan un volcán, suelen quedar al descubierto diques formados por el magma que sin alcanzar la superficie, consolidó dentro de la roca de caja (roca entre cuyas fracturas, se emplaza un magma intrusivo). Estos diques presentan dos patrones principales: algunos son radiales respecto al cono del volcán y otros son anulares y concéntricos. Ambos denotan los dos sistemas de fracturas que caracterizan a la formación de un volcán: Las fracturas radiales se producen durante el primer estadio, cuando el flujo de lava desde el interior de la tierra empuja desde abajo y distiende la corteza terrestre.
Las fracturas concéntricas se forman durante los estadíos volcánicos póstumos, cuando la cámara magmática se vacía paulatinamente. Esto permite que ocurran asentamientos radiales, los últimos de los cuales dan lugar al surgimiento de la caldera. Si luego de producidas las fracturas radiales existe nuevo flujo de lava, esta suele salir a través de los diques radiales y es frecuente que aparezcan nuevos volcanes menores, agrupados concéntricamente alrededor de un volcán más antiguo, o alrededor de una caldera volcánica colapsada.
En la ladera SE del Mauna Loa y a 32 km. de distancia desde su cima (de paso apreciemos el diámetro de este escudo volcánico), se encuentra el Kilahuea. Este tiene una caldera menor que el anterior, aunque en su interior también hay un cráter con lava fundida denominado Halemaumau. La lava dentro del Halemaumau está en continuo cambio. A veces desbordando, a veces retirándose profundamente dentro del conducto; a veces con su superficie explotando en azufre e hidrógeno incendiados.
En tiempos históricos, el Mauna Loa tuvo efusiones a través de fisuras desarrolladas en sus laderas. En ese sentido es característica una serie de fisuras de rumbo Sudoeste a Noreste, que divide a la isla en dos porciones. En 1.855 fue enorme la cantidad de lava que fluyó desde esas fisuras y da la pauta de la dinámica que tiene el crecimiento de este tipo de escudos volcánicos.
Es frecuente que sobre las laderas de los volcanes en escudo, aparezcan algunos conos volcánicos menores denominados conos o volcanes parásitos. Estos generalmente están formados por la erupción de material piroclástico a través de fisuras menores, aunque también pueden estar formados por lava (ver figuras 8-37 y 8-38). En algunos casos como el volcán Newberry, en Oregón (U.S.A.), aparecen hasta 150 conos parásitos.
Cuando los procesos exógenos erosionan un volcán, suelen quedar al descubierto diques formados por el magma que sin alcanzar la superficie, consolidó dentro de la roca de caja (roca entre cuyas fracturas, se emplaza un magma intrusivo). Estos diques presentan dos patrones principales: algunos son radiales respecto al cono del volcán y otros son anulares y concéntricos. Ambos denotan los dos sistemas de fracturas que caracterizan a la formación de un volcán: Las fracturas radiales se producen durante el primer estadio, cuando el flujo de lava desde el interior de la tierra empuja desde abajo y distiende la corteza terrestre.
Las fracturas concéntricas se forman durante los estadíos volcánicos póstumos, cuando la cámara magmática se vacía paulatinamente. Esto permite que ocurran asentamientos radiales, los últimos de los cuales dan lugar al surgimiento de la caldera. Si luego de producidas las fracturas radiales existe nuevo flujo de lava, esta suele salir a través de los diques radiales y es frecuente que aparezcan nuevos volcanes menores, agrupados concéntricamente alrededor de un volcán más antiguo, o alrededor de una caldera volcánica colapsada.
Continua...
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(1) 24 a 30 Km./hora.
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