Plegamientos Hercínicos
Entre esas antiguas cordilleras aparecen las correspondientes a los plegamientos denominados Hercínicos, ocurridos durante el Paleozoico Superior, entre 330 y 270 millones de años (Ma.) antes del presente. Las antiguas rocas afectadas por los plegamientos Hercínicos han sido profundamente erosionadas y en muchos casos también han sido metamorfizadas. Posteriormente, parte de ellas fueron afectadas por las fuerzas compresivas del plegamiento Alpino, sufriendo intensa reactivación.
Como podemos ver en la figura 7-4, a lo largo de las tres Américas y de Norte a Sur, los plegamientos Hercínicos están representados en la Cadena Innuitiana, que atraviesa el Norte de Canadá de Oeste a Este. Aparece en la cadena Ouachita-Apalaches, que atraviesa los Estados Unidos de Norte América de Oeste (México/California) a Este. (la ilustración de la izquierda corresponde a una imagen satelital - NASA - de los Apalaches en -Virginia, USA) También aparece en los Andes Centrales a la altura de Ecuador y aparece en las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires y en el Noroeste y Sudoeste patagónico, como ya veremos con más detalle.
También aparecen en el Noreste de África y también aparecen en la Cadena de El Cabo, en Sudáfrica, como continuación de las Sierras Australes bonaerenses. Aparecen también cruzando Australia de Sur a Norte sobre su margen oriental. En Europa aparecen de Oeste a Este, desde la Meseta española, pasando por las Ardenas y Bohemia hasta el Donetz.
En Asia aparecen como continuación de la cadena europea hacia el Este, pasando por Tien Shan, Altai/Altintagt, dividiéndose una rama hacia el Noreste, hacia Mongolia, otra hacia el Sudeste (cadena Annamita) y siguiendo otra hacia el este (Cadena de China Central). También aparecen, desde el centro de esta cadena Asiático-Europea hacia el norte nacen los Urales y se continúan en Nueva Zembla y Taimyr, ya en Siberia. Por último, también están representados en Australia.
Plegamientos Caledónicos
Con anterioridad al episodio de compresión de la corteza terrestre que dio lugar al surgimiento de las cordilleras hercínicas, durante el Paleozoico Inferior ocurrió otro episodio similar, desarrollado entre 480 y 400 Ma., desde el Ordovícico medio hasta el Devónico. En todos los casos estos plegamientos fueron reactivados por los plegamientos Hercínicos.
Estas cordilleras (figura 7-5) están bien representadas en la costa oriental y Norte de Groenlandia, en los Apalaches del Este de U. S. A. En Europa aparecen en Escocia y hasta el extremo Norte de Escandinavia. En Asia se desarrollan de Oeste a Este desde Kazajstán hasta Mongolia. También aparecen en China, en Australia, en Antártida y en las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires.
Plegamientos Precámbricos
Respecto a los plegamientos ocurridos durante el Precámbrico, la ubicación cronológica de los mismos se complica, puesto que dada su gran antigüedad, las rocas desde ese entonces han experimentado intenso metamorfismo. Y ese metamorfismo ha enmascarado gran parte, sino todos sus rasgos distintivos iniciales. En principio (figura 7-6 y figura 7-7) se han distinguido al menos los siguientes plegamientos:
* Cadena Fini-Precámbrica. Formada entre 550 y 650 Ma., denominada Baikálica (en Asia), Cadómica (en Bretaña) o Panafricana.
* Cadenas más antiguas. Hasta el momento de escribirse las fuentes consultadas, se conocían por lo menos 6 cadenas más, originadas en: 1.400, 1.700, 2.000, 2.700 y 3.100 millones de años. Estas serían algunas de las cadenas que en Sudamérica están representadas por las rocas precámbricas de las Sierras Pampeanas, por el Escudo de Brasil y sus afloramientos más australes, como los de la isla Martín García y las Sierras Septentrionales Bonaerenses (Tandilia).
Todas ellas actualmente están siendo estudiadas desde diferentes puntos de vista. Fundamentalmente para reconocer como ocurrieron sus plegamientos, puesto que no es del todo seguro que pudieran haberse formado como las cadenas Terciarias.
Es importante señalar que de episodios de deriva continental anteriores al presente, no se conservan restos de ninguna placa oceánica vinculados a esos plegamientos. Las mismas debieron ser totalmente subductadas al final de cada episodio. Todos los fondos oceánicos actuales se han creado a partir del actual episodio de deriva continental. Por lo tanto, el estudio de esas cadenas antiguas es el único medio para reconocer la evolución más antigua del planeta.
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